La tecnología puede cerrar brechas financieras en Colombia mediante el aumento de la bancarización y el uso de billeteras digitales, facilitando el acceso a servicios financieros.
Esta columna fue escrita por el columnista invitado Esteban Villegas.Quiero estrenarme en este espacio de la Red de Expertos de La Silla Vacía contándoles que esta semana, Banca de las Oportunidades (BDO), en cabeza de su directora, Paola Arias, presentó los datos más recientes y los avances en materia de inclusión financiera en Colombia para el año 2023.
La BDO se ha convertido en una de las principales fuentes de información para entender cómo los colombianos consumen servicios financieros y para proyectar qué hace falta en Colombia. Aquí les dejo algunos comentarios sobre lo que significan estos datos para el país.
“La tarea en acceso está hecha”, dijo Paola Arias en la presentación de estos datos. Esto haciendo alusión a un dato alucinante: 94.6% de la población colombiana está bancarizada. Es decir, tiene al menos un producto financiero. El preponderante es la tradicional cuenta de ahorros. Sin embargo, los depósitos de bajo monto, en donde se encuentran entidades como Nequi, Daviplata o Movii ya suman 27,5 millones de usuarios.
Lo más impresionante del dato de los depósitos de bajo monto es que de 2022 a 2023, 4 millones de personas obtuvieron una nueva billetera digital. Esto está estrechamente relacionado al hecho de que las billeteras digitales han venido sumando más y más servicios, como tarjetas, bolsillos inteligentes, créditos y más.
Tras la pandemia, el gobierno del expresidente Iván Duque anunció que el país había logrado un 100% de cobertura en el país, algo que es cierto, pero que tiene sus complicaciones. Por ejemplo, según el reporte de la BDO, en promedio, los colombianos tienen un corresponsal bancario a menos de 1 km de distancia.
Aunque el número de corresponsales bancarios, datáfonos y pagos con código QR han aumentado en Colombia, trayendo cada vez más opciones a los colombianos en todo el país, no deja de ser preocupante que sigue habiendo una brecha, prácticamente inamovible entre los servicios financieros en zonas rurales y cascos urbanos.
Lo positivo es que hay muchísimas entidades trabajando precisamente con ese enfoque, solo por dar algunos ejemplos: UsAid, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), Banco Agrario, Agrapp, la propio BDO, o Bancolombia con su cuenta Bancolombia a la Mano.
El futuro de la inclusión financiera es a través de la tecnología. Digo esto porque, a pesar de estos avances y retos, hay un dato que me parece es el más importante y el que podría plantear una cobertura financiera real del 100%.
En 2019 solo el 23% de las transacciones se hacían a través de medios electrónicos, pero en 2023 esta cifra ascendió a 63%. A este dato se suma que la mayoría de transacciones en Colombia se hacen a través de medios electrónicos y los canales físicos están a la baja.
Además, es muy importante que cada vez más personas usan su tarjeta para hacer pagos y no únicamente para sacar el dinero de sus cuentas en efectivo. La clave del éxito en el sector financiero digital está en eso: en que haya un incentivo real para que las personas no retiren su dinero y lo mantengan en sus cuentas o lo utilicen digitalmente. De esa forma será más seguro para los usuarios y se logrará desincentivar el uso del efectivo, que está estrechamente relacionado a la informalidad y con las economías ilegales.
Sin embargo, el Estado y las entidades tendrán que poner mucho de su parte. Debe garantizarse que las personas y empresas puedan transferir dinero entre bancos y billeteras digitales de manera inmediata y segura y que la información de los usuarios esté al servicio de ellos, no de las entidades financieras.
El Banco de la República sacará a la luz su sistema de pagos inmediatos en 2025 y debe ser un canal que garantice que todos podamos hacer parte de él. Es fundamental eliminar cualquier barrera y no caer en el concepto de “jardines cerrados”. Con eso podremos prácticamente eliminar el efectivo y ya no habrá pretexto para no transferir a su amigo cuando pague la cuenta y sea de una entidad diferente a la suya.
Aunque la banca tradicional ha hecho esfuerzos muy grandes con aplicaciones como Transfiya, sigue habiendo trabas para los usuarios que no conocen este tipo de transacciones. La clave está en que los servicios sean intuitivos e inmediatos, de esa forma los datos de BDO seguirán siendo cada vez más positivos.
Es administrador de empresas del Cesa y el CEO y cofundador de Zulu, una compañía de pagos internacionales para empresas que nació en 2021. Es, además, el miembro más joven de la Junta Directiva de Colombia Fintech. Antes de crear esta compañía, trabajó en UBS y en otra fintech llamada Treinta.
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